www.paquebote.com > Flavia Company
Un hombre mata antes de morir, y una mujer tiene que saldar esta deuda moral cuando quizá ya es demasiado tarde para el perdón.
Un buen día te levantas, te pones los vaqueros de siempre y la americana de cuero negra, entras en la consulta de un médico y sales sabiendo que te quedan cuatro meses de vida. Sabes también que no vale la pena luchar, así que lo mejor será ir saldando tus deudas y despedirte de lo poco o mucho que el destino te ha dado.
Enzo solo tiene a dos personas a quien decir adiós: ahí está Víctor, su amigo del alma, que un día le salvó la vida, y más lejos, tan lejos que casi no puede ni imaginarla, está Berta, una niña de cinco años que es su hija. Víctor, hombre calculador hasta el extremo de convertir los sentimientos en ecuaciones, le pedirá un último favor. Berta, cuando sea mayor, descubrirá que su padre murió cargando con una culpa que ella tiene que aliviar. ¿Vale la pena intentarlo?, ¿tiene sentido pedir perdón cuando quizá es demasiado tarde?
Como todas las buenas novelas, Que nadie te salve la vida plantea preguntas en vez de consolarnos con respuestas, y el talento de Flavia Company acompaña al lector en una historia donde casi nada es como debería ser.
Flavia Company, escritora, traductora y periodista, nació en Buenos Aires en 1963, y se licenció en Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Su primera novela fue Querida Nélida, publicada en 1988. Le siguieron Fuga y Contrapuntos, en 1989, Círculos en acíbar, en 1992, Saurios en el asfalto, en 1997, Dame Placer -finalista premio Rómulo Gallegos- en 1999, Melalcor y La mitad sombría en 2006. En 2011 publicó en la editorial Lumen La isla de la última verdad, que ha sido traducida con éxito a varios idiomas.
Tiene en su haber también libros de relatos, entre los que cabría destacar Género de Punto, en 2003, y Con la soga al cuello en, 2009. En 2011 publicó Trastornos literarios, una recolección de micro relatos. Al 2012 pertenece un poema narrativo titulado Volver antes que ir.
Los microrrelatos de Trastornos literarios son la prueba definitiva de que no hay nada a lo que Flavia Company no sea capaz de darle la vuelta con una mirada lúcida e irónica. Si los de la primera parte, “Trastornos literarios”, forman un sorprendente manual de retórica para el siglo xxi, y en los de la segunda, “Frases (muy) hechas”, es capaz de retorcer de forma imprevisible frases hechas y cotidianas, es en la tercera, “La vida en prosa”, donde esa fina línea entre la realidad y la ficción termina por romperse al trasformar –con humor unas veces, con ternura otras– cuanto titular de prensa encuentra a su paso.
Flavia Company, que en su anterior libro de cuentos, Con la soga al cuello, ya demostró ser una autora arriesgada, deja claro con Trastornos literarios que la distancia que separa la utilidad didáctica y la exigencia literaria de la mordacidad y la reflexión se recorre a caballo de la inteligencia. Trastornarse así es un placer.
Navegar quiere decir saber dónde estamos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Por eso quizá, es más difícil navegar que vivir. Eso nos cuenta la autora en una página de esta espléndida novela, y eso es lo que al principio siente Mathew Prendel, navegante solitario que de repente naufraga en una pequeña isla perdida en el océano, sin saber que en ese cacho de tierra inhóspita le espera otro hombre, un tal Nelson Souza. Las preguntas de Mathew son muchas y las respuestas de Nelson se resumen en pocas palabras secas que imponen sus propias leyes: los dos hombres tendrán que repartirse el territorio, malviviendo cada cual por su cuenta, y será Nelson quien decida cómo y cuándo intentarán dejar la isla, que pronto se convierte para Mathew en una prisión al aire libre, un lugar donde la culpa acecha y los recuerdos del ayer bailan suspendidos en el horizonte. Tras un tiempo que nadie sabe medir por horas y días, llega por fin la hora de partir, de volver a ese mundo que ya no los espera. Mathew vuelve, pero no es el mismo hombre; la experiencia ha hecho de él un ser taciturno, que solo contará la verdadera historia del naufragio a Phoebe, su amante, cuando le falten pocos días para morir. ¿Verdadera? Quien sabe... Ahí está el talento de Flavia Company para acompañarnos hasta el final de una historia cargada de misterio, que nos reconcilia con las extravagancias de la vida y nos recuerda las mejores obras de Conrad y Stevenson.